miércoles, 5 de septiembre de 2012

El padre del Tigre mete la zarpa


Hace escasa media hora el corazón de los atletistas ha temblado de nuevo. Esta vez no ha sido con un rugido de satisfacción, ni con el típico sobresalto rojiblanco viendo jugar a su equipo, si no más bien con una noticia de esas que apuntan directas al sentimiento y al orgullo colchonero.

Por lo visto, y hasta que esto sea desmentido o aclarado (si es que se hace) el padre de Radamel Falcao ha declarado en una radio de Medellín que el mayor sueño de su hijo es jugar en el Real Madrid y que a final de año el delantero se marchará del equipo.

Hace días que en mi cabeza intento sopesar en una balanza la calidad y el sentimiento. Ese fantástico virus que contagia a gran parte de los jugadores que pasan por el Calderón para no dejarles jamás. De la boca de Kiko Narváez escuché una vez que es difícil escapar a esa sensación de pertenencia a este club, a esta afición y a estos colores. 

Pero no todos sucumben a este encanto, es normal. El aficionado al fútbol se empeña en olvidar, yo la primera, que ser jugador es una profesión y como tal necesita unas motivaciones económicas y de superación personal.

Estas declaraciones están feas, muy feas. Flaco favor ha hecho Radamel García a su hijo. Si finalmente este es el  deseo del jugador ya habrá tiempo de descubrirlo y no en este momento, en el que el cariño de los aficionados envuelve al nueve rojiblanco.
En mi opinión el Atleti está lejos de dejar huella en el corazón del colombiano, quizá sea cuestión de tiempo o quizá no.

Inevitablemente este episodio me recuerda al sufrido con el actualmente jugador del Manchester City, Kun Agüero, al que la influencia y declaraciones de su suegro lo llevó a abandonar el Calderón de una manera nefasta. Dejando a una hinchada dolida con su comportamiento y  su propia imagen por los suelos.

A lo mejor el año que viene no contamos con nuestro goleador, es más, seguramente ocurra eso, pero antes de que se vaya me gustaría aclararle una cosa: cuando el público no te apoya, no te canta y no habla de ti como su súper héroe, los trofeos, los goles y el dinero dejan de merecer la pena.



FOTO: CNN MÉXICO