Jose
María Ruiz Mateos el célebre empresario español vuelve a dar la nota. Después
de una vida esquivando la justicia, con más o menos suerte, su vida se tambalea
de nuevo.
El
25 de enero un juez de Palma prohíbe a Ruiz Mateos abandonar el territorio español
después de negarse a declarar por una supuesta estafa de 7,3 millones en la
compra-venta de dos hoteles. A la
salida del juzgado el gaditano no dudó en afirmar que la culpa de todo la tenía
Emilio Botín y acusó al banquero de todos los problemas que ha tenido con su
querida Rumasa.
Por
otro lado, quiero recordar que Ruiz Mateos ya conoce lo que es una celda ya
que, sin ir más lejos, en el año 2005 pasó una temporadita entre rejas.
¡A
lo que vamos! Susana Griso tenía la exclusiva, la entrevista, las preguntas…lo
tenía todo para generar un buen material periodístico que al día siguiente
apareciese en los demás medios de comunicación. Y de alguna manera lo ha
conseguido, pero no exactamente como ella pensaba.
El
empresario, ante la cara de asombro de Griso, ha hecho un monólogo sin dejar ni
un pequeño espacio para que la periodista hiciese su trabajo. Con más cara que
espalda y con un tono de voz realmente apagado ha contado lo que a él le
convenía dejando a los periodistas al margen.
Tras
la insistente pregunta de “¿Con los ahorros de Nueva Rumasa pagaba usted las
hipotecas de sus hijos?” su respuesta han sido “Eso son chorradas, yo me ocupo
de los asuntos más gordos” o “¿Usted es sorda o qué le pasa?”
Con
una falta total de educación y transparencia la entrevista ha finalizado con
unos periodistas a cuadros y unos espectadores confundidos que no sabían si
estaban viendo un programa de humor o una entrevista de un tema tan serio como
este. Susana ha expresado su consternación claramente “Es la entrevista más
frustrada de toda mi vida”. Sobre todo teniendo en cuenta que Ruiz Mateos ha
intentado llevar el juego su campo y se ha visto con el derecho de darle
consejos a la periodista con frases como “Sea usted una buena profesional y
haga buenas preguntas”
Esperemos que la próxima vez se piense mejor la concesión de
una entrevista o que reúna el valor para contestar a lo que se le pregunta.
Sólo hay una manera de saber si un hombre es honesto: preguntárselo. Y si responde “sí” , entonces sabes que está corrupto. Groucho Marx
